miércoles, 14 de septiembre de 2011

En Colombia no existe una ley marco en materia de bioseguridad

En el país no existe una norma de bioseguridad que considere los aspectos ambientales, socioeconómi­cos y en la salud humana de forma integral. Sólo la Ley 740 de 2002 que ratifica el Protocolo de Carta­gena sobre bioseguridad, y desde el 6 de diciembre de 2005, el Decreto 4525 que reglamenta la mencionada Ley 740.
El Protocolo de Cartagena, posee enormes limitaciones en su alcance y ámbito de aplicación. Solamente se refiere al movimiento transfronterizo de organismos genéticamente modificados OGM, a través del mecanismo de Acuerdo fundamentado previo, pero no regula el uso y el manejo de éstos dentro del país una vez se haya autorizado su entrada. Efectivamente, el Protocolo por su carácter general, no incluye “explícitamente” que los países partes, después de la introducción de un OGM, deban tramitar licencias ambientales o algún procedimiento de evaluación específico ambiental, agronómico y en la salud humana, pues estos aspectos son materia de las normas internas de bioseguridad de cada país. El Protocolo se fundamenta en la aplicación del “principio de precaución” y se basa en la premisa que las normas nacionales pueden ir más allá de las exigencias de éste.
En el país sólo existe la Resolución 3492 de 1998 del ICA que regula los OGM para uso agrícola, y es específica sólo para material reproductivo (semillas), la cual prevé algunos estudios de bioseguridad específicos. Dado este vacío jurídico se requiere el trámite de una licencia ambiental, la cual se constituye en un instrumento previo y complementario a las demás evaluaciones de bioseguridad vigentes, para evaluar los posibles impactos ambientales de los OGM.

Se atomizan las competencias en materia de bioseguridad

Este Decreto asigna como autoridades competentes para la aplicación de esta norma, de forma aislada e independiente: Al Ministerio de Agricultura le asigna el control de las actividades que son exclusivamente de uso agrícola, pecuario, pesquero, plantaciones forestales y agroindustriales. Al Ministerio de Ambiente, les asigna el control las actividades que son exclusivamente para uso ambiental. Y al Ministerio de Protección Social, las que son exclusivamente para la salud o alimentación humana. No existe ningún sustento científico que permita establecer con exactitud cuáles son las líneas divisorias que limitan las competencias en el ámbito agrícola, ambiental y la salud. Por esto, es totalmente improcedente hacer esta división artificial cuando en el mundo la tendencia es a evaluar integral y articuladamente estos aspectos.

El trámite de la solicitud y homologación de estudios

Este Decreto le facilita el trámite al solicitante para introducir un OGM, tanto para la investigación como para la liberación comercial, puesto que su solicitud sólo tendría que presentarse ante la autoridad competente de acuerdo con el uso principal que se le pretende asignar a un determinado organismo modificado genéticamente, lo cual eximiría a estos organismos de evaluaciones rigurosas en otros aspectos que son igualmente fundamentales. Por ejemplo, un maíz que se pretenda introducir como semilla o como material reproductivo solo requeriría las evaluaciones agronómicas pertinentes que le exigiría el ICA como la autoridad agrícola en la materia, pero los estudios ambientales y en la salud se homologarían a partir de la información que presente el solicitante. Igualmente, un maíz que se pretenda introducir como alimento no requeriría los estudios rigurosos ambientales y sus posibles efectos en el caso de que este maíz se utilice como material reproductivo. 
Esta situación le facilita enormemente los trámites de las solicitudes a las empresas semilleras, quienes son las más interesadas en la introducción de alimentos y cultivos transgénicos, puesto que evidentemente esta norma está elaborada para eximir las evaluaciones de riesgo, el monitoreo y control por parte de las autoridades competentes y le transfiere gran parte de estas funciones a las mismas empresas que pretenden introducir estos organismos. Es así como esta es una norma elaborada a las necesidades de las transnacionales, con el total aval del gobierno nacional.

Evaluación y gestión del riesgo

La norma establece que para el caso de OVM de uso agrícola, pecuario, pesquero, plantaciones comerciales, forestales y agroindustriales, estas evaluaciones y gestión de riesgo las realizará el ICA”. “Para el caso de OVM para uso exclusivo en salud o alimentación humana y/o ambiental, las evaluaciones y gestión de riesgo será elaborado por el solicitante o interesado”. 
Esta situación es extremadamente crítica porque las autoridades en la materia, que tienen la responsabilidad y la obligación de participar en la evaluación de riesgos, la están delegando totalmente en el solicitante. Esta situación convertiría a quien pretende introducir transgénicos “en juez y parte”, y se perdería totalmente la objetividad, la independencia y el rigor científico que se requiere en este tipo de evaluación. Adicionalmente, este procedimiento de evaluación y gestión del riesgo permite homologar estudios que se hayan realizado en otros países con contextos ambientales y socioeconómicos diferentes, por lo cual no pueden ser aplicables al contexto nacional. Adicionalmente las conclusiones y recomendaciones a las cuales se llegan a partir de estos estudios, se realizaría mediante metodologías basadas en la “equivalencia substancial”, procedimiento que ha sido fuertemente cuestionado científicamente y revaluado en muchas partes del mundo.

Régimen de transición

Este Decreto no es aplicado a las actividades ya autorizadas previamente y tampoco a aquellas solicitudes que iniciaron todos los trámites para OVM solicitados antes de la entrada en vigencia de este Decreto. Esta situación es preocupante especialmente con relación a las solicitudes que están en curso, que incluye varios tipos de maíz transgénicos Bt y RR, los cuales se tramitarían mediante los procedimientos que más le favorezca a las empresas.

Necesidad de una etiqueta

En Ecuador la preocupación por estos productos aumentó en los últimos meses con la información de que podrían estar ingresando al país sin que los ecuatorianos se enteren, ya que los alimentos procedentes de Estados Unidos que podrían serlo no tienen etiqueta que los identifique como tales.
La bióloga Elizabeth Bravo de la organización ambientalista Acción Ecológica dice que también existe posibilidad de que la soja importada de Argentina sea transgénica. ''Aunque Ecuador importa poca soja porque es autosuficiente, el 80 por ciento de la que viene del exterior es de Argentina y nadie puede asegurar hasta el momento que no sea transgénica como gran parte de la que se produce en ese país'', señaló Bravo.
Según Acción Ecológica, las papas estadounidenses que introducen a Ecuador los restaurantes de comida rápida de origen norteamericano también podrían pertenecer a la producción genéticamente modificada. Lo mismo podría ocurrir con el aceite de canola y algunas materias primas para la alimentación de pollos. Con el objetivo de profundizar en la información sobre los alimentos transgénicos, se realizó en Quito el I Curso Regional de Bioseguridad en el que participaron expertos en bioseguridad de varios países de América Latina, representantes de los gobiernos de Bolivia, Colombia, Ecuador, Cuba, Venezuela y de la Unesco, quienes al finalizar pidieron que los gobiernos latinoamericanos instrumenten mecanismos comunes de seguridad para este tipo de alimentos.

El peligro de los alimentos transgénicos

Durante 1998 y lo que va de este año, científicos y representantes de distintas organizaciones ambientalistas del mundo han denunciado el peligro que pueden acarrear los alimentos transgénicos.
Hace unas semanas, investigadores de la Universidad de Cornell en Nueva York, difundieron una investigación según la cual el polen que proviene del maíz transgénico Bt mata las larvas de la mariposa "Monarca".
Los estudios alertan sobre los efectos que puede tener el polen difundido desde los campos de cultivo hacia las áreas naturales adyacentes, en Estados Unidos, Canadá, Argentina y España, donde se produce y vende comercialmente esa variedad de maíz.
Los alimentos transgénicos son aquellos de origen animal o vegetal cuya composición genética ha sido manipulada para aumentar su poder nutricional o rendimiento, haciéndolos más resistentes a plagas o almacenamientos prolongados. La mayoría de los productos transgénicos son alimentos, semillas e insumos agrícolas y fármacos desarrollados por un poderoso grupo de empresas multinacionales, encabezadas por la estadounidense Monsanto y la suiza Novartis. Sus principales productos son soja, tomate, papa, tabaco, algodón y maíz resistentes, a herbicidas unos, y a plagas, otros.

Procedimiento para introducir cultivos transgénicos en Colombia

Después de la introducción de algodón Bt en el año 2000 en Colombia, se interpusieron dos acciones populares, de las cuales una fue fallada en febrero de este año. Esta acción Popular cuestionaba al Ministerio de Ambiente por la omisión en sus funciones dado que no exigieron una licencia ambiental para este cultivo. Luego del fallo en primera instancia del Tribunal Administrativo de Cundinamarca que derogó la autorización del ICA para introducir el algodón Bt en la región Caribe, en febrero de 2005 el Consejo de Estado, falló en segunda instancia y determinó no procedente la licencia ambiental para este caso específico, puesto que consideró que la solicitud de Monsanto y la resolución que aprobó estas siembras, fueron anteriores a la entrada en vigencia de la Ley 740 de mayo de 2002, aprobatoria del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad en Colombia. Sin embargo dispuso que todas las solicitudes para cultivos GM posteriores a la entrada en vigencia de dicha ley, tienen la obligación de tramitar licencia ambiental ante el Ministerio de Ambiente. 
    Se otorga la primera licencia ambiental: el Ministerio de Ambiente mediante Resolución 1342 de 15 de septiembre de 2005 otorgó la primera licencia ambiental para la importación de algodón con las tecnologías conjuntas Bollgard y Roundup Ready. Licencia que surtió trámite en un tiempo récord de un mes “Licencia Light o Express”. 
    El Consejo de Estado echa para atrás su fallo de febrero de 2005: luego del fallo del Consejo de Estado, el 23 de septiembre de este año el Ministro de Agricultura hizo una consulta al Consejo de Estado solicitando el concepto de esta instancia sobre la normatividad vigente en Colombia para introducir organismos vivos modificados en Colombia y sobre el fundamento legal de la exigencia de licencia ambiental para transgénicos. A pesar del fallo emitido por esta instancia en febrero de 2005, el cual fue claro en precisar que los transgénicos deben tramitar licencia ambiental después de la entrada en vigencia del Protocolo de Cartagena, el 7 de diciembre, el Consejo de estado emitió su Concepto, en el que explícitamente considera que los transgénicos no deben tramitar dicha licencia.
    Trámite del Proyecto de Ley 106 en el Senado: el 15 de noviembre de 2005 la Comisión V del Senado de la República aprobó en el primer debate el Proyecto de Ley 106, presentado por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y el Ministerio de Agricultura, el cual pretende derogar la obligación impuesta por el Fallo del Consejo de Estado (febrero 2005), que ordena que todos los organismos transgénicos que se pretenda introducir al país deben tramitar previamente licencia ambiental ante el Ministerio de Ambiente. Se pretende que este trámite se realice, por medio de una simple autorización ministerial. Sin embargo, luego del concepto emitido por el Consejo de Estado en diciembre de 2005, el gobierno decidió retirar dicho proyecto del Congreso de la República; puesto que consideró que dicho Concepto, junto con el Decreto 4525 de diciembre de 2005 que reglamenta el uso de transgénicos en el país, le permite una suficiente seguridad jurídica que hace innecesaria esta Ley. 

El caso del algodón Bt en Colombia

Durante los periodos en que se ha sembrado algodón Bollgard, en Tolima y en Córdoba, la presencia de plagas de Lepidópteros (Alabama, Heliothis y Rosado) ha sido baja, de esta manera, quien haya invertido en la tecnología Bollgard hasta este momento va asumiendo un sobre costo acorde a la medida en que los costos del control de dichas plagas en los convencionales sea menor; puesto que la semilla Bollgard cuesta el doble que la convencional. 
   Hasta el momento se ha visto que la plaga de Spodoptera, no es controlada por el Bt, aunque supuestamente presenta un nivel medio de  control con esta tecnología. 
   Para el caso del cultivo de algodón en la región Caribe, la principal plaga es el “picudo” (Coleóp­tero), no controlada por la toxina Bt, de manera que tienen que seguir invirtiendo la mayor parte de los costos para el control de esta plaga. 
    Tanto en Córdoba, como en Tolima, no se está realizando adecuado y suficiente control y seguimiento a las áreas de refugio que deben ser establecidas obligatoriamente.

Aspectos críticos de los cultivos transgénicos Bt

Una planta modificada genéticamente con la característica Bt, consiste en la introducción de genes de la bacteria Bacillus thuringiensis que produce una toxina letal para algunos insectos plaga de la familia Lepidóptera que atacan a las plantas de este cultivo. Actualmente existen cultivos transgénicos Bt, en plantas como algodón, maíz y papa, entre otros. 
En varios estudios realizados en Estados Unidos y en Europa se ha evidenciado que las plagas de Lepidópteros han adquirido resistencia a la toxina del Bt. Por esta razón la industria y las autoridades regula­torias hacen obligatoria la implementación de áreas refugios, con el fin de retardar la aparición de dicha resistencia. Aunque existe un consenso en la comunidad científica de que la resistencia de todas formas se presentará, la pregunta es ¿Cuándo ocurrirá?. Esta situación genera que la tecnología Bt sea inefectiva a largo plazo de tal manera que los agricultores se verán obligados a retomar el uso de los insecticidas que supuestamente iban a disminuir, con el uso de la tecnología del Bt en sus cultivos trans­génicos. Insecticidas que además, son propiedad de las mismas empresas que tienen la patente de estos cultivos.

Por qué en Colombia no se debe introducir cultivos transgénicos?

Colombia es uno de los países del mundo con mayor biodiversidad, y es centro de origen y/o diversificación de la mayoría de cultivos que sustentan la agricultura en el mundo (maíz, fríjol, yuca, papa, tomate, algodón, entre otros), y de sus parientes silvestres. Por ello existe un enorme riesgo que este patrimonio genético sea contaminado con genes y características de resistencia a herbicidas o con los genes que producen las toxinas Bt provenientes de cultivos transgénicos. Este tipo de estudios no se han realizado aún en Colombia, lo cual genera mayor incertidumbre. 
Uno de los casos más críticos es lo que sucedería si se introduce maíz transgénico, pues Colombia es uno de los países del mundo con mayor diversidad de variedades nativas y criollas de maíz. En los bancos de germoplasma nacionales existen más de 5600 accesiones, muchas de ellas de origen nacional, las cuales son conservadas principalmente por las comunidades indígenas, negras y campesinas del país. El maíz se ha constituido en una de las bases fundamentales de su cultura, de sus sistemas de producción, y de la seguridad alimentaria de gran parte de la población tanto rural como urbana. Por ejemplo, en la región Caribe los indígenas Zenúes poseen más de 27 variedades de maíz, razón por la cual, recientemente 170 Cabildos del Resguardo Zenú de seis Municipios de Córdoba y Sucre, han declarado “su territorio libre de transgénicos”.

Cultivos y alimentos transgenicos Colombia

El Primer Encuentro Nacional de Zonas y Territorios Libres de Transgénicos (TLT), tuvo lugar en Colombia los días 25 y 26 de marzo, en el resguardo indígena de Cañamomo Lomaprieta, ubicado en el municipio de Riosucio, Caldas. En él participaron 26 organizaciones indígenas, campesinas y afrodescendientes de todo el país para decirle de forma definitiva no al uso y consumo, en sus territorios, de semillas y alimentos genéticamente modificados. El encuentro de Riosucio también permitió la socialización de procesos de declaratorias de TLT en Colombia y Costa Rica, donde ocho cantones han sido declarados libres de transgénicos, tanto por los consejos municipales como por organizaciones comunitarias de ese país. Leer más...

Colombia:país agrícola que importa alimentos transgénicos

A inicios de la década del 90 se producía el 95% del maíz para el consumo propio en Colombia, pero para el año 2002 el país importó más de dos millones de toneladas, que representaron el 75% del maíz que se consume. Situación similar ocurre con la soya, cuyos exportadores son Estados Unidos y Argentina, los mayores productores de cultivos transgénicos. Eso ocurre sin que el país cuente con una norma específica para el control de alimentos transgénicos o con un tipo de control y evaluación de bioseguridad.
El gobierno nacional parece creer que la recuperación de la profunda crisis que atraviesa el sector agropecuario se hace introduciendo en forma masiva alimentos transgénicos (Organismos Genéticamente Modificados) como el maíz y el algodón. Ambos se han producido en otros países con diferentes condiciones ecológicas y climáticas a las de Colombia y ello genera riesgos e impactos ambientales, socioeconómicos y en la salud. En el caso del algodón Boligard (Bt), se liberó su cultivo en 2002 en la región del Caribe, sin que se hubieran realizado las investigaciones científicas adecuadas. Dicho algodón sólo controla plagas de Lepidopteros, pero en la región Caribe la principal es el Picudo Anthonomus Grandis.
Así mismo, las compañías multinacionales de agroquímicos incluyen todo el paquete jurídico y tecnológico. En este sentido, si el agricultor quisiera volver a sembrar la semilla que produjo para "propio uso", lo puede hacer a través del pago de una "regalía extendida", es decir, de renunciar al derecho de sus semillas para su propio uso y también utilizar Roundup Ready como único herbicida.
En este contexto, se presenta una cadena de irregularidades que comienza cuando el Consejo Técnico Natural (TCN) del ICA (Instituto Colombiano Agropecuario), que en su sesión de marzo de 2002 y en votación secreta, elige al representante de Monsanto (compañía multinacional de agroquímicos) como su vicepresidente; situación que coloca a Colombia como el único país en el que Monsanto hace parte de las directivas del órgano que analiza los resultados de investigaciones sobre transgénicos y recomienda al Estado su aprobación comercial, actuando como juez y parte en el proceso.
Sin embargo, varias organizaciones sociales, entre ellas el grupo Semillas, grupo de acciones públicas de la Universidad del Rosario, y Consumidores Colombia (COCO), interpusieron una Acción Popular (mecanismo constitucional de participación y denuncia pública y directa de las comunidades y organizaciones sociales) ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en contra de la autorización que dio el ICA a la empresa Monsanto para la siembra comercial del bioplagicida transgénico algodón Bt.

ALIMENTOS TRANSGENICOS EN COLOMBIA

SOBRE EL TEMA DE LOS ALIMENTOS MODIFICADOS GENTICAMENTE SE PRESENTA EL DEBATE QUE SE GENERA EN COLOMBIA EN ESE SENTIDO SE REGISTRA EN ESTA PAGINA APARTES DE LA CAMPAÑA SEMILLAS DE IDENTIDAD SOBRE LOS TRANSGENICOS Y ESTUDIOS DE LOS RIEGOS SOBRE LOS MISMOS


La campaña Semillas de Identidad es una inciativa de organizaciones indígenas, campesinas y afrodescendientes, ONGs y redes ambientalistas y de desarrollo de Colombia y América Latina. Desarrolla acciones para la defensa de la biodiversidad y la soberanía alimentaria. Construye caminos para que ONGs y organizaciones de base establezcan alianzas y puedan intervenir en ámbitos locales, regionales, nacionales y internacionales.

Organizaciones vinculadas: RECAR, ASPROCIG, BIABUMA, CRIDEC, ASAP, ASPROINCA, OIA, RECAB-ANTIOQUIA, CRIC, ACIN, FCN, IMCA, FONDO PAEZ, FUNDAEXPRESION, ASPROAS, ASOCAFE. Financian: Fundacíon Swissaid y SSPN

sábado, 10 de septiembre de 2011

¿Qué tipo de efectos económicos tendrá el cultivo masivo de transgénicos?

MERCADO
Jeremy Rifkin, un destacado especialista en temas de bioseguridad, aseguró que las compañías biotecnológicas están preparando varios vegetales y/o animales transgénicos para comercializarlos a gran escala en millones de hectáreas de tierra e inclusive en el agua. Las nuevas tecnologías agrícolas están dejando a los agricultores prácticamente bajo el dominio de las empresas, que aspiran en poco a decidir cómo será la alimentación mundial y el uso de los ecosistemas. Ante ese temor, los representantes de la mal llamada "industria de las ciencias de la vida" se atreven a afirmar que "solucionará el problema del hambre en el mundo", al igual que lo hicieron hace medio siglo al promocionar los agroquímicos (y dejando a millones de personas seriamente afectadas con enfermedades extrañas, mutaciones o cáncer).

Es verdad que esta tecnología terminará con el hambre en el mundo?, ¿quiénes introdujeron estos cultivos al país?

ES MENTIRA: LA INGENIERÍA GENÉTICA NO TERMINARÁ CON EL HAMBRE EN EL MUNDO
La ingeniería genética aplicada a la agricultura no solucionará el hambre en el mundo, como afirman las empresas biotecnológicas. Al contrario: tiene el potencial de generar una mayor dependencia alimentaria. Hoy se produce el 50% más de los alimentos necesarios, según el Programa de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Sin embargo, unas 53 millones de personas, sólo en América latina pasan hambre. Ellos forman parte de los 795 millones de seres humanos que se encuentran en distintos estados de desnutrición. La cuarta parte de ellos son niños. Mientras en los países industrializados mucha gente se muere por exceso de comida (colesterol, etc.), en el Tercer Mundo muchos pasan hambre, o mueren por malnutrición. Monsanto dice que los alimentos transgénicos pueden alimentar al planeta. Lo cierto es que la propaganda de Monsanto se alimenta de numerosos mitos de la agricultura moderna en torno al hambre, la producción de alimentos y la propia agricultura. Desgraciadamente estos mitos han sido y continúan siendo repetidos tan a menudo, que se toman como ciertos. La leyenda creada no se refiere al hambre sino a la causa principal que la genera. Monsanto nos hace creer que la producción agrícola no está aumentando al mismo ritmo que crece la población. Hasta ahora numerosos estudios y estadísticas refutan esta afirmación. Aunque el hambre en el mundo aumentó desde 1970, también lo ha hecho en la misma proporción la producción alimentaria per capital

La polémica sobre los alimentos transgénicos tiene algo que ver con la "vaca loca" o las dioxinas en los alimentos?

No existe una relación directa entre el Mal de la Vaca Loca o los alimentos contaminados con dioxinas con los organismos genéticamente manipulados. Sin embargo, estas alertas dejaron en claro que los procedimientos normativos y las regulaciones no eran confiables. Y que la gente debe estar previamente informada sobre lo que come. La oposición a los productos transgénicos, o la fuerte exigencia de los consumidores al etiquetado, es la reacción más razonable frente a lo sucedido. El etiquetado en Europa y Estados Unidos dejó en evidencia que ni gobiernos, ni empresas alimenticias ni consumidores confiaban en Monsanto. La gota que colmó el vaso de la paciencia de la gente se relacionó con dos recientes "incidentes" de Monsan-to, y que tuvieron a sus productos farmacéuticos y alimenticios como sus principales protagonistas: el aspartame y la hormona de crecimiento bovina. La Coalición para la Prevención del Cáncer exigió a las autoridades gubernamentales que retiren la hormona de crecimiento bovina (de Monsanto) por el alto riesgo de cáncer de mama, entre otros cánceres importantes como los de colon y próstata.

¿Qué efectos tienen los transgénicos sobre el medio ambiente?

LA CONTAMINACIÓN GENÉTICA
Greenpeace ha visto en este explosivo crecimiento del uso de plantas transgénicas, una verdadera amenaza para la salud de la gente y el equilibrio ambiental del planeta. Estos organismos, al ser liberados fuera del laboratorio, originarán indefectiblemente una contaminación genética que en la mayoría de los casos se volverá irreversible. La comunidad científica ha dado cuenta de casos de contaminación genética al quedar documentado que las plantas transgénicas liberadas al medio transmiten sus genes de resistencia a herbicidas a especies emparentadas generando las llamadas “supermalezas”. Además las mismas empresas que comercializan el maíz transgénico admiten que en poco tiempo habrá que lidiar con una generación de insectos plaga resistentes a ese tipo de maíz. En enero de este año y bajo el auspicio de las Naciones Unidas más de 130 países admitieron que los organismos vivos modificados genéticamente plantean riesgos ambientales que deben ser debidamente controlados y adoptaron el Protocolo de Cartagena sobre la Seguridad Biológica. PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD

¿Qué efectos tienen los transgénicos sobre la salud humana?

LOS TRANSGÉNICOS SON SERES EXTRAÑOS EN NUESTRA DIETA
Es importante destacar que muchos de los genes usados en esta clase de alimentos no habrían integrado jamás la dieta humana si no fuera por la ingeniería genética. Es decir que es imposible saber cuáles serán los efectos de la ingesta de estos genes sobre la salud humana. Después del desastre sanitario producido con el Mal de la Vaca Loca (generado por la alimentación de elementos ajenos a la dieta de las vacas), la comunidad científica internacional está reclamando, cada vez con más firmeza, un mayor cuidado en el manejo de la tecnología para producir alimentos. Todavía no se sabe mucho acerca de los tan promocionados "alimentos del futuro". Aún así, las advertencias científicas llaman a la alarma. Aquí dos de ellas: 1. Alergias: El New England Journal of Medicine aseguró que los productos modificados por ingeniería genética tienen un potencial alergénico incierto, impredecible e imposible de dimensionar. Algunos alimentos con base de soja ya han generado efectos adversos a la salud humana al transmitir el potencial alergénico de algunos genes Este es el caso, por ejemplo, de la soja que contiene el gen de una nuez de Brasil para aumentar su valor proteico que ha ocasionado serios problemas a personas alérgicas a las nueces. De allí la importancia de que los consumidores sepan qué están comiendo realmente. 2. Resistencia a los antibióticos: La Sociedad Británica de Médicos alertó sobre la resistencia a los antibióticos en los seres humanos que consumen transgénicos en forma reiterada. Es decir: existe la posibilidad de que los genes resistentes a los antibióticos presentes en los alimentos genéticamente manipulados emigren a bacterias patógenas que afectan la salud humana, y desarrolle su propia resistencia.

¿Los alimentos transgénicos son más nutritivos?

NO SON MÁS SALUDABLES, NI SON MÁS NUTRITIVOS
No son más nutritivos, más sabrosos, ni mucho menos más saludables que los convencionales. Hasta el momento, esta rama de la biotecnología ha sido desarrollada principalmente para bajar los costos de producción, no para producir alimentos más saludables. En estos momentos, se está trabajando en alimentos con mayor contenido de hierro y vitaminas, pero el curso de esos proyectos (que se encuentran en distintas fases de investigación y desarrollo) ha encontrado serios reparos en la comunidad científica.
SUPUESTAS VENTAJAS PARA SALVAR EL HAMBRE DE... LAS EMPRESAS
En la actualidad, debido al temor que generaron estos organismos manipulados en varios países de Europa, Asia y Norteamérica, algunas corporaciones están buscando costados más "atractivos" de esta clase de transgénicos para el consumidor. Por eso se están promocionando vegetales que reduzcan la deficiencia de la vitamina A, por poner sólo un ejemplo. Hasta el momento no han aparecido en el mercado los llamados transgé-nicos de 2da. generación que, según la industria, tendrán inclusive un costo adicional por los beneficios farmacológicos que traerán. Greenpeace ha puesto de manifiesto que estos alimentos deberán pasar las mismas pruebas de seguridad que los transgénicos de primera generación, de los que todavía no se sabe que podría ocurrir y donde el consenso científico sobre su conveniencia esta lejos de concretarse. Los problemas de una dieta balanceada, el acceso a los alimentos y mejor niveles de sanidad pueden ser atacados con soluciones que existen desde hace mucho tiempo y no se implementan por falta de voluntad política

¿Son distintos los cultivos transgénicos de los híbridos y los tradicionales? LAS DIFERENCIAS

La producción de híbridos y el mejora-miento genético tradicional de distintas variedades ha sido una técnica de producción agrícola practicada desde los inicios de la agricultura. Los cruces desarrollados a través de estos métodos convencionales se realizan en variedades iguales o similares. Estas especies tanto animales como vegetales son el resultado de miles de años de evolución. El entrecruzamiento tradicional es el resultado de un proceso natural de reproducción sexual dentro de la misma especie. La información hereditaria de ambos padres se combina y pasa a la cría. En este proceso las mismas secciones de información genética de la especie, conocida como ADN (ácido desoxirribonucleico) se intercambian con los mismos cromosomas (cuerpo del núcleo de la célula que alberga al ADN), pero los genes casi siempre quedan exactamente en el mismo orden y en las mismas ubicaciones dentro de los cromosomas. Un gen estará entonces siempre rodeado por la misma secuencia de ADN a menos que ocurra un accidente o una mutación. Especies que están emparen-tadas también pueden reproducirse, como el caballo y el burro, si bien sus crías (híbridos) la mula serán muy probablemente estériles. La esterilidad y otras disfun-ciones en los híbridos son el resultado de diferencias genéticas entre dos especies, diferencias que devienen en la incompatibilidad genética. Cuando alteramos el paso natural de la evolución y mezclamos en un mismo organismo vivo, un animal con un vegetal o viceversa, se termina allí el entrecruzamiento tradicional y empieza la ingeniería genética. Los cultivos transgénicos son por lo tanto claramente diferentes a los cultivos tradicionales dado su método de creación. Los primeros son concebidos en un laboratorio, mientras que los segundos son concebidos en la naturaleza. Sólo en un laboratorio es posible introducir un gen de un organismo en el ADN (estructura genética) de otro organismo, cuando se trata de otra especie completamente distinta, o incluso de un reino diferente (hay vegetales genéticamente modificados que poseen genes de animales, bacterias, virus, etc.) para añadirle un rasgo o condición específica nueva .
“Hace miles de años nuestros ancestros iniciaron la domesticación y la conservación de las plantas que forman la diversidad de cultivos que hoy asegura nuestra alimentación. Está en nuestras manos decidir si queremos ser recordados como la generación “terminator” o si queremos conservar nuestra diversidad, herencia global propiedad de nuestros descendientes”. Centros de Diversidad, Greenpeace Internacional septiembre de 1999.

Los temores frente a lo transgénico

Con respecto a los riesgos que la modificación genética de los alimentos podría tener para la salud humana, es importante dejar en claro que hasta el momento no existe ninguna evidencia científica que respalde. Si bien toda nueva tecnología conlleva riesgos potenciales, "los alimentos modificados genéticamente son tan seguros y presentan tantos riesgos para la salud como los alimentos convencionales", señala el doctor Thomas.

Los transgénicos o alimentos genéticamente modificados que han sido aprobados para su comercialización tienen casi la misma composición que los productos convencionales; en otras palabras: son nutricionalmente equivalentes. Las proteínas producidas en estos alimentos por los genes modificados o introducidos se encuentran presentes en el organismo vegetal en niveles extremadamente bajos, que van del 0,001 al 0,002 por ciento del peso total del cultivo.

En cuanto a la preocupación de que la nueva proteína desencadene alergias alimentarias, esta posibilidad es bastante predecible, siempre y cuando se realicen en forma exhaustiva los distintos tests destinados a evaluar el potencial alergénico de un nuevo producto alimenticio. "No es el método de modificación genética de los vegetales lo que puede llegar a convertirlos en potenciales alergénicos", destaca el doctor Alan McHughen, investigador del Centro de Desarrollo de Cultivos de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá.

Por último, la posibilidad de que el gen que se le ha adicionado al vegetal sea transferido al genoma de un ser humano es extremadamente bajo, aunque no por ello nulo. Para el doctor Thomas, esta posibilidad es extremadamente remota por las siguientes razones: "el procesamiento de la materia prima del vegetal reduce la cantidad de ADN intacto en el alimento; pero aunque el alimento transgénico no sea procesado, existen muchos otros procesos en el aparato digestivo humano que lo degradan, destruyendo el ADN".

Todos los especialistas consultados coinciden en que el impacto que los transgénicos, y la modificación genética de los alimentos, tienen sobre el medio ambiente no debe ser medido en relación con un ecosistema virgen o ideal, sino que debe ser comparado con la situación real de las tierras que se hallan cultivadas en la actualidad. Ya el sólo hecho de reducir el empleo de sustancias tóxicas para el ser humano y los demás integrantes del ecosistema, como lo son los herbicidas y los pesticidas que se utilizan rutinariamente en la actualidad, constituye un paso positivo.

Beneficios de los alimentos transgenicos

"En la actualidad se comercializan cerca de setenta alimentos transgénicos en todo el mundo, la gran mayoría de ellos en países como Australia, Canadá, Japón y los Estados Unidos” -dijo el doctor Daniel Ramón Vidal, investigador del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos de Valencia, España. “Se calcula que hay más de trescientos alimentos trasnsgénicos en las últimas fases de experimentación o las primeras de comercialización. Por el contrario de lo que mucha gente piensa, estos desarrollos ofrecerán soluciones a problemas bien distintos", continuó Vidal.

"Por el momento, los beneficios que aportan los alimentos modificados genéticamente no son tan evidentes para el consumidor como lo son para el productor y para el medio ambiente", afirma el doctor John Thomas, investigador del Health Science Center de la Universidad de Texas (Estados Unidos).

Los vegetales transgénicos disponibles permiten reducir la utilización de pesticidas y herbicidas; de esta forma, es posible reducir los costos y se aumenta la productividad de la tierra. Además, la disminución del uso de productos tóxicos como los herbicidas y pesticidas es positiva para el medio ambiente.

La provincia del Chaco, Argentina, por ejemplo, siempre ha referido tasas extremadamente altas de cáncer y defectos congénitos entre los recolectores de algodón y sus descendientes, relacionados con el uso de pesticidas en estos cultivos; la introducción de variedades transgénicas de algodón que no requieren del uso de pesticidas permitirá evitar tan costosas secuelas para la salud de estos trabajadores.

Tipos de Alimentos Transgenicos

Los alimentos modificados genéticamente pueden ser clasificados en dos grupos: los organismos transgénicos que llegan a la mesa del consumidor en su forma original (actualmente se encuentran en el mercado tomates, papas, hortalizas, yogures y otros lácteos fermentados) y los organismos transgénicos que son utilizados como materia prima para elaborar otros alimentos (los que se nutren de los productos derivados de la soya modificada genéticamente son un buen ejemplo de esta segunda categoría).